sábado, 11 de septiembre de 2010

QUE NO QUEDE EN PICADA / NON SOLO ANTIPASTI

DERRETIDOS EN EL TIEMPO / SCIOLTI NEL TEMPO
by Daniela Kodenczyk & Juan Christmann

Hacía exactamente 364 días y algunas horas desde el último encuentro con los del secundario.
En ese año hubo terremotos, incendios forestales, manifestaciones, nacieron miles de niños, muchas flores crecieron y marchitaron, hubo elecciones y ganó el menos peor, cientos de parejas dieron el Sí y la mitad de ellas ya están divorciadas, los Rolling volvieron a River y Mirtha volvió a decir que este era su último año en TV, pero a pesar de todo eso, en la vida de Lorena no había pasado casi nada. Seguía en el mismo laburo, con casi el mismo sueldo más ticket y los quince días para ir a Miramar como todo santo verano. Conoció un chico, bueno dos contando el repartidor de pizza, pero digamos que este último fue bastante fiel a su profesión y así como vino, entregó el pedido y se piró.
Por tanto podemos decir que sólo conoció a Miguel. 32 años, soltero, con el mismo gusto para el cine, de buena cama pero no tan buena charla. Para ella era divertido por un tiempo, pero a la tercera vez que salió en cita doble con una pareja de amigos, se dio cuenta que Miguel sólo sabe hablar o de cine o de All Boys, su segunda pasión y lo peor de todo, es que la mayoría de las veces hablaba del guión del documental que está escribiendo contando la historia del equipo de Floresta. Por tanto, a Lorena le cayó la ficha que era preferible seguir con su historia inconclusa y eterna con el viejo y conocido Javier, que por más que sea una película repetida, tenía más chances de tener un final feliz.
Llegó una vez más el encuentro de cada año. Esta vez ella decidió poner la casa.
Se negaba rotundamente a pedir pizzas y empanadas otra vez.
Tenía que cocinar para 8. O sea rápido de cocinar, fácil de comer y poco de ensuciar.
Ah, y rico.
Miró su mesa ratona y sonrió por que finalmente esa olla que nunca uso iba a dejar de ser maceta. Llegó el momento de estrenar su fondue, lo único que llegó a canjear antes de que se le venzan los puntos de la tarjeta de crédito. La verdad es que no tenía idea de cómo se hacía una fondue de queso. Googleo y 6 page views más tarde ya era una experta.
Parecía fácil: Había que rallar 3 tipos de queso (Fontina, Emental y Gruyere). Después cortar al medio un ajo y frotarlo contra las paredes de la fondue, así tomaba un gustito especial, o por lo menos eso decía el señor con cara de chef de la página de recetas. Después poner a hervir 1 vaso de vino blanco y empezar a agregar los quesos muy de a poco e ir mezclando en ochos hasta que se derritan y se haga homogénea la mezcla. Antes de terminar, agregarle pimienta, un chorrito de kirsh y un toque de alguna especie si quería, comino por ejemplo.
La receta ofrecía además un listado de cosas para hacer el festival del queso derretido:
Pan tostado, salchichitas, albóndigas, tomates cherry, papines sarteneados, champignones salteados, cebollitas doradas y manzana verde. Manzana verde*? Eso no lo compro. Supuso que era un error. Internet a veces le pifia.
Luego de un suceso de mails para ponerse de acuerdo con el encuentro, Lorena anuncia el menú y concretan.
Llega el día. Llegan los invitados. Y llega él.
Como siempre, saluda simpático pero distante a la vez. Le lleva un rato recordar quienes eran.
Javier charla con uno. Con otra. Y con todos a la vez, pero nunca charla a solas con Lorena. Parecería que cualquier cosa parecida a una conversación entre ellos que durara más de 5 frases, los incomodara. Es que ni a los ojos se pueden mirar. Un simple cruce de miradas les provoca timidez, deseo, intriga y nostalgia al mismo tiempo. Pero nostalgia de qué piensa Lorena, si al fin y al cabo nunca ninguno de los dos se animó a dar el primer paso. Cual guión de peli pochoclera: cuando ella estaba soltera, él de novio. Él se separa, ella se va a convivir. Y así encuentro tras encuentro. O mejor dicho, desencuentro tras desencuentro.
¿Existirá el tiempo de coincidencia? Al final, es la diferencia de tiempos la que define cuántas historias.
Esa noche él estaba soltero, por lo menos eso le dio a entender. Ella también.
La cena sucedió como todos los años, en medio de las misma anécdotas de siempre, recordando quienes fueron, haciendo las bromas de antes, reviviendo viejos apodos, remarcando una y otra vez el paso del tiempo.
Después de la tercera botella de tinto aparecían las historias más jugosas, las acusaciones, las confesiones y los secretos, que en realidad dejaban de serlo año tras año, porque siempre se revelaban los mismos. Es que la historia no se renueva. El hecho de encontrarse a conmemorar hacía que la amistad quede en pausa en ese preciso instante conmemorado. Todo se resumía a contarse lo mismo pero con 1 año, 10 canas y 3 kilos más.
En medio de la charla se buscaban.
Él buscó donde meter un comentario inteligente para sorprenderla, pero bastó que se atreva y lo largue, para que el estornudo del Pelado lo tape.
Ella buscó qué música poner de fondo, para que él se dé cuenta de que a pesar de escuchar banditas nuevas seguía con el mismo gusto musical. O sea que se renovaba pero seguía siendo la misma, pero acto seguido vino Katy y enchufó su mp3.
Pasan las horas, la cena se termina y ni una cruzada de miradas. Lorena se pone a lavar los platos para calmar la timidez, el deseo, la intriga por lo que puede llegar a ser y no rompe ni 1, ni 2, rompe 3 vasos.
Se van todos, y él con la vieja excusa de ayudarla a ordenar, se queda último.
Los chistes seguían mientras Lorena seguía lavando, y ya no sabía que lavar para mantener las manos ocupadas.
Él se acerca a la bacha y segundos más tarde los guantes naranjas colgaban de la canilla.
El agua siguió corriendo, se rompió un cuarto vaso y el detergente paso la prueba de la espuma.
Se levanta la pausa, finalmente la historia empieza a correr de nuevo.
Futuras historias para conmemorar. Nuevos secretos para confesar.

*Años más tarde, comiendo fondue en otra casa, Lorena se dio cuenta que lo de la manzana verde no erar un error, por el contrario, era el secreto de la receta. No dejen de probarla.

Era esattamente 364 giorni e alcune ore dopo l'ultimo incontro con gli compagni della scuola media.
In quell'anno ci furono terremoti, incendi, tumulti, migliaia di bambini sono nati, molti fiori sono cresciuti e appassiti , è stata le elezioni e ha vinto il meno peggiore, centinaia di coppie hanno dato il sì e metà di loro sono già divorziati, i Rolling Stones hanno suonato di nuovo in Argentina e Mirtha Legrand ha ribadito che questo era il suo ultimo anno in tv, ma nonostante tutto questo, nella vita di Lorena c'era successo poco, quasi niente. Lavorava nello stesso posto, con quasi lo stesso salario, più ticket e quindici giorni per andare a Miramar (mare), come ogni estate. Avevo conosciuto un ragazzo, veramente due contando al delivery di pizza, ma dire che quest'ultimo è stato abbastanza fedele alla sua professione e cosi è venuto, consegnato l'ordine e andato via.
Quindi possiamo dire che solo aveva conosciuto Miguel. 32 anni, single, con lo stesso gusto per i film, letto bene ma non per chiacchierare. Per lei è stato divertente per un po ', ma la terza volta che hanno uscito concon un paio di amici, si rese conto che Michael può solo parlare di un film o di della sua squadra di calcio (All Boys), la sua seconda passione e peggio di tutto, che la maggior parte del tempo raccontava la sceneggiatura del film che sta scrivendo raccontando la storia della squadra di Floresta. Pertanto, Lorena aveva capito che era preferibile continuare con la sua storia incompiuta ed eterna con Javier, che è un film piuttosto che si ripete,ma che aveva più possibilità di avere un fine felice .
Venne di nuovo l'incontro di ogni anno. Questa volta ha deciso di mettere la casa.
Assolutamente si rifiutò di ordinare pizze e "empanadas"(una spezie di piccoli calzoni) di nuovo.
Doveva cucinare per 8. Allora veloce da cucinare, facile da mangiare e poco casino all'ora di sporcare.
Oh, e buono.
Guardò il suo tavolino da caffè e sorrise al pensare che la pentola finalmente sarebbe usata e no sarebbe piu un oggetto di decorazione. È ora di ussare la fonduta, l'unica cosa che è venuto scambiare prima della scadenza dei punti della carta di credito. La verità è che non aveva idea di come fare la fonduta di formaggio. Cerco in google e dopo aver visto 6 siti era diventata un esperta.
Sembrava facile: si doveva grattare tre tipi di formaggi (fontina, Gruyère ed Emental). Poi tagliare a metà un spicchio d'aglio e sfregare le pareti della fonduta cosi prendeva un sapore speciale, o almeno cosi diceva il cuoco nellapagina delle ricette. Dopo aver fatto bollire un bicchiere di vino bianco e iniziare ad aggiungere il formaggio poco a poco e mescolare disegnando otto fino a che erano fusi e la miscela diventa omogenea. Prima di finire, aggiungere pepe, un goccio di Kirsch e un pizzico di qualche spezie, se volevo, il cumino, per esempio.
La ricetta suggeriva un elenco di cose per il festival del formaggio fuso:
Pane tostato, salsicce, polpette, pomodorini, patatine, funghi trifolati, cipolle dorate, mele verdi. * Mela Verde? Quello non lo compro. Pensavo è stato un errore. Internet a volte sbaglia.
Dopo la carrelata di mail per concordare l'incontro, Lorena annuncia il menu e accettano.
Arriva il giorno. Arrivano gli ospiti. Arriva lui.
Come sempre saluta amichevole, ma distante allo stesso tempo. Ci vuole un po 'per ricordare chi erano.
Javier parla con uno. Con altra. E con tutti allo stesso tempo, ma mai solo con Lorena. Sembra che una conversazione tra loro che dura più di cinque frasi è il disagio. Neanche si posso vedere agli occhi. Un semplice scambio di sguardi vi provoca timidezza, desiderio, intrigo e nostalgia allo stesso tempo. Ma la nostalgia di cosa pensa Lorena, se alla fine nessuno di loro ha mai osato a fare il primo passo. Come un tipico film romantico: quando era single, anche lui. Lui si separa, lei va a convivere. E cosi incontro dopo incontro. O meglio, malinteso dopo malinteso.
Ci sarà il tempo per la coincidenza? Alla fine, è la differenza di tempo che definisce tante storie.
Quella notte era single, almeno gli ho dato di capire. Anche lei.
La cena si è svolta come ogni anno, tra le stesse storie di sempre, ricordando chi erano, facendo battute, facendo rivivere vecchi soprannomi, sottolineando il passo del tempo.
Dopo la terza bottiglia di rosso apparivano storie più interessanti, accuse, confessioni e segreti, che in realtà lasciarono di esserlo anno dopo anno, perché ci parlano sempre delle stesse. E 'che la storia non è rinnovato. Il fatto di incontrarsi per commemorare faceva che l'amicizia sia in pausa in quel momento commemorato. Tutto si riassume le stesse storie ma con 1 anno, 10 capelli più grigi e 3 chili in più.
Tra le chiacchiere si cercavano.
Lui ha cercato di mettere un commento intelligente per sorprenderla, ma proprio in quel momento è stato piu rumoroso lo starnuto del "pelato".
Lei ha cercato la musica di sottofondo, che farli capire che nonostante sentire le band nuove ancora ha lo stesso gusto musicale. Si rinnovava maera sempre la stessa, ma poi Katy è venuto e ha collegato il suo riproduttore mp3.
Passavano le ore, è ancora nessun sguardo. Lorenacontinuava a lavare i piatti per calmare la timidezza, il desiderio, intrigo, di quello che potrebbe succedere e non rompere 1 o 2, rompe 3 bicchieri.
Vanno tutti via, e lui con la scusa di aiutare a ordinare, è l'ultimo.
Le barzellette continuato mentre Lorena stava lavando, e non sapeva cosa pullire per avere le mani occupate.
Si avvicina al lavatorio e secondi dopo i guanti arancione erano appeso al rubinetto.
L'acqua continuò a correre, si era rotto la quarta coppa è il detersivi faceva tanta schiuma.
Finisce la pausa, finalmente la storia comincia a correre.
Storie future da celebrare. Nuovi segreti da confessare.

* Anni dopo, mangiando la fonduta in un'altra casa, Lorena resi conto che non era un errore la verde verde, tuttavia, era il segreto della ricetta. Non dimenticate di provarlo.


Blog de Juan Christmann & Daniela Kodenczyk : http://quelacosanoquedeenpicada.blogspot.com

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